MOSAICO, 30-IV-014

????????????????????????

Martínez Campos, 30-IV-014
GUIA

MOSAICO
Silviano Martínez Campos
LA PIEDAD, 30 de Abril.- DESDE TEMPRANA HORA, se percibía la algarabía en el cercano jardín de niños. Se veían pocas mamás fuera de las instalaciones, contrario a los días normales en que van a dejar a lo pequeñines a su primera escuela. Es que las jóvenes mamás se encontraban adentro, y en los salones, de donde saldrían danzando para festejar así a sus retoñitos en su día, el Día del Niño. Como en dicho jardín, en el cercano de la unidad Fovissste, en los planteles piedadenses de dicho nivel y en otros, acaso el festejo adelantado, o diferido, se recordaba con juegos, cantos , danzas, que este día, es para centrarlo en quienes desde ahora lo merecen, pero una, dos, tres generaciones más, serán los adultos que dirijan su mundo, en lo pequeño, o en lo grande. Sin que olvidemos la gran responsabilidad de los adultos de ahora, de heredárselos mejor, siempre mejor, a pesar del drama de violencia y desentendimiento que nos rodea, en todas partes. LOS BELLOS FESTEJOS, los de esta fecha y los recientes como los desfiles de primavera, en los cuáles las educadoras y madres de familia transforman a los pequeños en verdaderos artistas desfilantes, por el colorido de sus trajecitos, la diversidad de motivos en homenaje a la vida, y las caritas pintadas con amor y buen gusto, no hacen olvidar que a la par que la fiesta, hay también motivos para preocuparse. ESTA REGIÓN, COMO sabemos y percibimos, es de migrantes. Por los apremios de la vida, muchos paisanos (tal vez haya estadísticas precisas) se ven presionados para emigrar en busca de trabajo y sus hogares se fragmentan, las mamás se quedan como las jefas de casa y no es ningún descubrimiento, muchos hogares se tambalean porque carecen de padre. ESTA SOCIEDAD GLOBAL dislocada, nos está marcando con los informes que con frecuencia surgen, en torno a maltratos de niños y conductas de individuos o grupos, que llegan a conductas criminales contra infantes, como trata de personas, tráfico de órganos y explotación en diversas maneras, no sólo en el trabajo, según nos dan cuenta los medios. Conductas marginales, cierto, pero su difusión nos echa en cara la enajenación de esta sociedad tecnológica que creíamos perfecta. SEGÚN CIFRAS, EL año pasado se calculaba que Alrededor de 215 millones de niños en el mundo están involucrados en trabajo infantil, en trabajos en casos peligrosos y nocivos para su salud. Los medios también nos dan cuenta que en determinados conflictos bélicos, los niños son atrapados por alguna de las facciones y los vuelven soldados. Y más, hay más, parece que la imaginación maligna no tiene límites para agredir a las flores de la vida. PERO EN CONTRAPARTE, los festejos con motivo del Día del Niño, en sus niveles internacionales calendarizados en diversas fechas, las instituciones creadas para protegerlos y promoverlos, las legislaciones protectoras, abundan y hay la esperanza de que, también aquí, triunfen las fuerzas de la vida, para lo que, a fin de cuentas, estamos diseñados. El día del niño es una celebración que tiene más de cuarenta años. En 1954 la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) recomendó que se instituyera en todos los países el Día Universal del Niño, fecha encaminada a reafirmar los derechos de los menores. El 20 de noviembre de 1959 se aprobó la Declaración de los Derechos de los niños. Es el día de la celebración oficial, pero cada país conforme sus gobiernos lo creen pertinente, lo hacen en diversas fechas. En México, precisamente el 30 de abril. Pero hay antecedentes de que, en nuestro país, se instituyó un día del niño desde 1916, en Tantoyuca, Veracruz. LAS FECHAS SON lo de menos, lo importante será atender a los pequeños, que ya desde ahora son el futuro de la humanidad. Aquí en La Piedad, además de la institución formal que atiende a la familia, el DIF, existe una institución privada denominada Casita de Nazareth, instalada al Norte de la ciudad. Fue iniciada ya hace más de 25 años por una religiosa de procedencia norteamericana llamada la madre María José y luego proseguida por el sacerdote Gumersindo Yépez. Han pasado por ella generaciones de niños en situación de desamparo, su promotor ha encausado a muchos hacia el aprendizaje de oficios y aún de profesiones. Se les conoce como los hijos del padre Yépez. RECUERDO HABER LEÍDO una opinión “filosófica” sobre el “homo sapiens-demens”, o sea nosotros: que somos un patito que quiere volar cuando apenas sabe caminar. Podría desde luego agregarse, que sí volará, pero cuando traspase las dimensiones en su lento evolucionar. La Vida verdadera, dirían los creyentes. ¿No será condición para ello que arregle su mundo de tal manera que desaparezcan por siempre los niños de la calle, no que los maten o maltraten, como ahora, sino que sea imposible su explotación, y sea imposible la infamia de traficar con ellos?). (www.miregionmichoacana.wordpress.com )