MICHOACÁN, CACICAZGO CARDENISTA. Salvador Flores Llamas

A c e n t o

Michoacán, cacicazgo cardenista

SALVADOR  FLORES  LLAMAS

El largo cacicazgo del general Cárdenas en Michoacán expropió ricas explotaciones agrícolas en favor suyo, de parientes, empresas y ejidatarios sin dinero ni técnica e impidió se establecieran grandes factorías. Eso provocó que los pueblos quedaran sin hombres, pues se iban a Estados Unidos para poder mantener a sus familias y convirtió al estado en máximo exportador de brazos.

Así surgió una casta de privilegiados y secuaces del Tata, y sus herederos impulsaron al desarrollo del crimen organizado.

Al endurecer EU la entrada a su suelo con gran pérdida de vidas, muchos   michoacanos prefirieron quedarse a trabajar aquí con el narco, mafias y autodefensas, y devino la situación actual, que el gobierno resuelve en los medios, pero la extorsión e inseguridad siguen en grandes zonas, sobre todo rumbo a tierra caliente.

 En 1969,al pisar Michoacán Luis Echeverría en su campaña presidencial, fue recibido por el exgobernador Dámaso Cárdenas, hermano del Tata, quien le mostró en todos los pueblos las obras que había hecho Lázaro.

Este puente lo construyó mi hermano, aquella escuela es obra del general, ese centro de salud se llama “Felícitas del Río”, en honor a mi madre, y por doquier le enseñaba los monumentos erigidos al expresidente.

Finalizado el segundo día de gira, el candidato ordenó con palabras fuertes al coronel Gutiérrez Castañeda, su jefe de seguridad y luego jefe del Estado Mayor Presidencial, despidiera a Dámaso, pues ya estaba hasta el gorro del muestreo de las huellas del “Tata”.

El coronel suavizó el mensaje: dijo a Dámaso que el candidato le agradecía mucho las molestias que se había tomado para acompañarlo esos dos días.

Lázaro Cárdenas del Río, ya como general (lo fue a los 25 años, en 1920) fue gobernador de Michoacán de 1928 a 32, y pidió licencias al cargo para ser secretario de Gobernación de Ortiz Rubio y para presidir el Partido de la Revolución Mexicana (PRM, antecesor del PRI) que después lo postuló a la Presidencia de la República.

La primera ocasión lo sustituyó su hermano Dámaso (que como gobernador constitucional de 1950 a 56, no vivió en Morelia, llegaba al hotel Alameda  cuando visitaba el estado); la segunda lo suplió Gabino Vázquez.

Cuentan que la familia de su novia Amalia Solórzano Bravo se oponía a su relación, porque él era militar y ella muy joven (Lázaro le sacaba  16 años); el violinista Luis Sosa Verduzco, tío materno de ella, facilitó el noviazgo.

Cuando fue a pedir su mano, el papá D. Cándido Solórzano lo recibió en su quinta “Los Pinos” (por eso de Presidente puso ese nombre a la residencia oficial) en las afueras de Tacámbaro.

Al entrar en materia, D. Cándido le dijo con franqueza: señor gobernador (se casaron al dejar el cargo) si usted y mi hija son novios, es asunto suyo y ahí no me meto; mas quiero decirle que usted será muy gobernador, pero mi hija no sale de ésta, su casa, sino vestida de blanco.

Y –según cardenistas de Tacámbaro- el general aceptó casarse por la Iglesia, el oficiante fue el P. Panchito, tío del general por el lado materno, y por lo civil el 25 de septiembre de 1932.

Cárdenas tomó el control de Michoacán desde que lo gobernó y más como Presidente. A partir de ahí todo gobernador era puesto por él y desfilaron Benigno Serrato, Rafael Sánchez Tapia, Rafael Ordorica, Gildardo Magaña, Félix Ireta, José Ma. Mendoza Pardo, Daniel T. Rentería, Dámaso Cárdenas, David Franco Rodríguez y otros aspirantes que no tuvieron el visto bueno del jefe, como Alberto Bremaunts y Enrique Bravo Valencia.

En 1962 López Mateos envió de gobernador a Agustín Arriaga Rivera, con la consigna de anular la sombra del Tata. Pero intentó hacerlo sin tacto, y en 1967 éste le reviró con un movimiento estudiantil-nicolaíta, promovido por Natalio Vázquez Pallares, y no lo derrocó porque lo salvó el secretario de Gobernación, Echeverría, amigo de Arriaga del grupo del Gral. Sánchez Taboada.

En la negociación Natalio ganó una senaduría y promesa de la gubernatura, que no cuajó porque al morir el Tata en 1970, poco antes de que Echeverría asumiera la Presidencia, éste se liberó del compromiso y mandó de gobernador a su secretario de Industria y Comercio, Carlos Torres Manzo (1974-80), nacido en Caolcomán, igual que Vázquez Pallares.

Echeverría nombró a Natalio presidente del Consejo Consultivo Agrario. Otro ganón del lío anti-Arriaga fue el chiapaneco Javier López Moreno, que estudiaba en la Universidad Nicolaíta y lideró la federación estudiantil y el movimiento contra Arriaga Rivera.

Por Echeverría fue diputado federal y líder agrario, y Salinas de Gortari lo hizo gobernador, sustituto de Elmar Setzer Marsielle en Chiapas, al estallar el conflicto zapatista. Pronto llenó sus alforjas y no duró ni un año en el cargo.

Total, Michoacán tuvo cuatro gobernadores Cárdenas: el Tata (interrumpió 2 veces su gestión), Dámaso (sustituto del hermano y electo), Cuauhtémoc y Lázaro Cárdenas Batel.

Muchos creen que con la muerte del General –el 19 de octubre de l970–concluyó el cacicazgo cardenista en Michoacán; pero sólo se interrumpió durante el gobierno de Torres Manzo (a quien no le habría alcanzado el tiempo y ni se propuso borrarlo) y lo sucedió Cuauhtémoc, por el PRI, quien prolongó el cacicazgo hasta la salida de Leonel Godoy, en 2012.

El cardenismo tarasco se prolongó al hacer López Portillo gobernador del PRI a Cuauhtémoc, quien negoció con Víctor Manuel Tinoco (priísta) para que lo sucediera su hijo Lazarito y siguió Godoy (ambos del PRD), hechura de aquél, con consecuencias fatales para el estado.

2 Responses

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